sábado, 31 de julio de 2010

La saga de los caballeros atormentados III

Reporte 3

Hoy ha habido una carnicería importante. Desde tres partes del mundo nos llegan tres sendos reportes de lucha. En efecto, ya hay tres luchadores menos.
El primero, nos narra la lucha entre dos expertos en lucha libre. Uno de ellos luchaba con puños americanos dotados de pequeños cristales, con los que un puñetazo puede causar una herida importante. El otro llevaba equipadas en sendas manos unas garras bien afiladas, que podían desgarrar la carne en el primer descuido. Ambos dos tenían bastante fuerza, pero ninguno de los dos destacaba por su agilidad, excepto, tal vez, la velocidad de sus puños.

El combate empezó muy igualado. El de los puños, ligeramente más alto y robusto, intentaba a toda costa acertar alguno de sus golpes, pero el adversario se defendía muy bien, y con sus garras paraba todos los golpes, excepto uno que, finalmente, le dejó sangrando en el costado. Ahora era el otro el que, enfurecido, decidió a toda costa clavar sus garras en la carne del rival. Primero lo consiguió en el brazo izquierdo, y más adelante en la pierna derecha.

Poco a poco la batalla se fue inclinando del lado del de las garras, bien sea por su superioridad, bien sea porque el otro empezaba a perder la consciencia por la pérdida de sangre. Sus heridas eran muy profundas, hechas por un auténtico guerrero atormentado. Éste consiguió asestarle otro puñetazo, esta vez en la cara, instantes antes de perder el conocimiento, cuando el otro hundió sus garras en la boca de su estómago. Desde entonces, no lo tuvo difícil para rematarle, y así alzarse con la victoria. Como era amante de los animales, dio el cuerpo del caído como alimento para las aves de rapiña.

Unas de las pocas que quedan en este ambiente trastornado. El ser humano se ha valido de su inteligente para seguir con vigencia en el planeta. Pero no ha ocurrido lo mismo con todas las especies. Muchas han perecido ante el cambio climático y los fenómenos naturales exagerados.

La segunda batalla tuvo lugar en la otra punta del mundo, según se ha dicho, en una diminuta isla de la micronesia. Tuvo lugar entre un guerrero conocido por su experiencia, Althanor, que blande una larga lanza súper afilada y veloz, bautizada como Longinus, y otro guerrero desconocido, que portaba un arma de fuego algo mediocre, pero según parece, suplía este defecto con una habilidad innata para el combate. Este último, puso en serios apuros a Althanor, que tardo cerca de un cuarto de hora en dar fin al combate, atravesando su cuerpo de lado a lado con la lanza. Dicen que, esta lanza es tan veloz, que es capaz de atravesar a alguien, sin que la sangre llegue a tocarla. Sea cierto o no, la verdad es que éste siempre empieza un combate con su lanza reluciente. Salió victorioso del combare, pero con una herida que le causó el arma de fuego en una parte del cuerpo desprotegida por la armadura de Althanor, que por otra parte era bastante resistente, hecha de acero.

Según dicen, Althanor es de naturaleza solidaria. Vive, o mejor dicho, vivía en una aldea pobre en la que día tras día se ocupaba de abastecer de alimentos y agua a sus habitantes, los pocos que ya quedaban, a los que tenía en aprecio. A excepción de los cuatro guerreros a los que ha aniquilado ya, su alma es pura. Para mí sería todo un honor entablar combate con él. Sus movimientos son rápidos y ágiles: realmente me pondría a prueba. Nunca habría que bajar la guardia: si lo haces, su lanza Longinus podría atravesar tu estómago en un abrir y cerrar de ojos.

La tercera batalla fue especialmente emocionante: tuvo lugar entre dos guerreros que dieron la talla: dignos de entablar combate conmigo, sin ánimo de ponerse méritos. No eran especialmente ágiles, pero eran fuertes, sabían utilizar bien sus armas, y se valieron a las mil maravillas del bosque en el que lucharon para esconderse y pillar de sorpresa al rival. Cualquier movimiento en falso le podría costar la vida a cualquiera de los dos.

Dos guerreros escurridizos
En su incesante lucha por preservar la vida
Realizan movimientos enfermizos
Y preparan su acometida

El uno con su cimitarra
El otro con alargados cuchillos
Pretenden convertir al otro en chatarra
Y destrozar del contrario los huesillos

Por fin se cruzan sus miradas
y lucha cimitarra contra cuchillo
Las heridas son abusadas
El metal reluciente de brillo

Pese a que ya se habían dañado mutuamente, y nadie estaba dispuesto a ceder, ambos dos se volvieron a ocultar tras las sombras. A partir de aquí, se siguen golpes furtivos, que poco a poco van debilitando a ambos contendientes. El camino se va manchando de sangre.

Finalmente, el combate acaba con el cuchillo clavado del todo en el hombro del adversario, y la cimitarra habiendo cortado el pecho del contrario. Salió vencedor, pero con heridas que le obligarían a retirarse del combate durante un tiempo. No iba a serle fácil esconderse: ahora es un rival débil, y el enemigo huele la sangre a distancia.

Yo también tuve ese día una pequeña batalla, de la que no salió nadie victorioso. Decidimos que los dos estábamos al mismo nivel, y que nos volveríamos a encontrar más tarde, si no acababan con nosotros antes. Se llamaba Ezherin, y era hábil en el manejo de una gran hacha que manejaba con sus dos manos. Mi espada aún no es lo suficientemente fuerte para partir en dos su robusta hacha: tendré que derrotar a más adversarios, para reforzarla con su sangre.

miércoles, 28 de julio de 2010

La Física

¿Qué es la Física? la Física es una ciencia natural experimental. Pero, ¿podemos concretar más? por supuesto.

La Física estudia nuestra forma de interpretar los fenómenos físicos, es decir, los que ocurren a nuestro alrededor. Cuando dejamos caer un lápiz, vemos como va cayendo hasta que choca contra alguna superficie. Todos sabemos que esto es debido a la gravedad. La gravedad se estudia como fenómeno físico; pero, ¿qué hay detrás de todo ese mecanismo? tal vez no lo sepamos. Pero ese no es el único fin de la ciencia física. A partir de las observaciones, deducimos leyes y principios de los que podemos sacar resultados muy útiles, como predecir en qué momento el lápiz caerá al suelo, o con qué velocidad lo hará.

Ahora sabemos que la gravedad es una deformación del espacio-tiempo producida por los cuerpos dotados de masa (esto es estudiado por la Relatividad General de Einstein).

La Física está dividida en dos grandes grupos: la Física clásica, y la Física moderna.

La Física clásica se funda en un concepto fundamental: el de "continuidad". Actualmente sabemos que la materia está compuesta por partículas, y que en realidad no es continua; pero estas partículas son tan súmamente pequeñas, que los cuerpos mesoscópicos pueden considerarse como continuos. La Física clásica se ocupa de estudiar estos cuerpos, y las relaciones entre ellos. Podemos dividirla en varios temas:

-Mecánica: estudia el movimiento de los cuerpos, y las relaciones entre ellos. Podemos dividirla en cinemática, estática, dinámica, sólido rígido, fluidos, gravitación, relatividad. Esta última estudia el movimiento de los cuerpos desde distintos sistemas de referencia. La Relatividad de Einstein, aunque no es lo normal, la considero una teoría clásica, porque mantiene la continuidad clásica. La mecánica está regida por las tres leyes del movimiento de Newton.
- Ondas: estudia la característica de las ondas y las relaciones entre ellas.
- Electromagnetismo y luz: estudia el campo electromagnético, los cuerpos que lo generan, y la luz como fenómeno de onda electromagnética. Se incluye en este tema la óptica, que estudia los fenómenos de reflexión, refracción y difracción de la luz. Está regida por las leyes del electromagnetismo de Maxwell.

La Física clásica se extiende desde los tiempos de la Grecia clásica, o incluso anteriores, hasta aproximadamente el comienzo del siglo XX.

La Física moderna, en su lugar, rompe con el ya obsoleto concepto de continuidad, y ahora se empiezan a estudiar aspectos de la materia como átomos, moléculas y partículas subatómicas, como componentes primordiales de la materia.
A principios del siglo XX aparecería una nueva teoría que revolucionaría la Física: la teoría cuántica de la materia, que daría paso a la mecánica cuántica.

Tal vez el paso de la mecánica clásica a la mecánica cuántica, supone un salto evolutivo para la humanidad tan importante, como el de los primeros homínidos que se alzaron sobre dos piernas.
La mecánica cuántica estudia los cuerpos muy pequeños, es decir, los pertenecientes al microcosmos, como partículas y átomos. Esta teoría revoluciona completamente nuestra forma de contemplar la realidad: ahora ya no hay partículas ni ondas, sino una mezcla de ambas. Y lo que para la Física clásica era imposible, para la cuántica es improbable. Todo se funda en probabilidades: ahora el resultado a un problema físico no se da como un número, sino como una función de onda.

Pero, ¿quiere decir esto que la mecánica clásica ahora ya no sirve? para nada. Hay que hablar primero del campo de acción. Para el mundo en el que vivimos, con cuerpos dotados de una masa y una velocidad habituales, la Física clásica da los mismos resultados que la Relatividad, o la mecánica cuántica. Es cuando nos salimos de esta mundo rutinario, cuando hemos de recurrir a otras teorías: la Relatividad Especial para velocidades muy grandes, próximas a la de la luz; la Relatividad General, para cuerpos con mucha masa; o la mecánica cuántica, para cuerpos muy pequeños.

Actualmente, en la Física rigen dos grandes teorías: la Relatividad General de Einstein, y la mecánica cuántica. Cada una se ha verificado mendiante la experimentación como correcta, dentro de su campo de acción, pero por otra parte se sabe que ambas son incompatibles, es decir, si una es correcta, la otra no puede serlo.

De eso se encarga la Física contemporánea, de encontrar una teoría que consiga reconciliar el mundo macroscópico con el microscópico. Actualmente, una de las teorías más defendidias es la teoría de Supercuerdas. Lo que dice esta teoría es que, lo que para el mundo cuántico son partículas, en realidad, si se observaran más de cerca, se vería que en realidad son cuerdas diminutas. Además, el universo no tendría 3 dimensiones (largo, alto, ancho), sino 11 (!).

No obstante, esta teoría esta refutada por otra, llamada Gravedad cuántica, que estipula que el concepto cuántico de "discontinuidad" en realidad no sólo se aplica a la materia, sino al mismo espacio-tiempo (idea que comparte el que escribe).
Es decir: a la llamada escala de Planck, el espacio-tiempo, que para nosotros es contínuo, en esta escala se vería que presenta "saltos" o discontinuidades. Esta escala de Planck es tan súmamente pequeña, que es casi inimaginable. Para esta escala, un átomo es tan grande, como para nosotros puede ser un planeta, o incluso una estrella.

Las teorías físicas vigentes están, cada una, regida por una constante universal: la Relatividad Especial, c, la velocidad de la luz; la Relatividad General, G, la constante gravitacional; la mecánica cuántica, h, la constante de Planck. Se cree que, una teoría que unifique a todas ellas, deberá contener todas esas constantes.

martes, 27 de julio de 2010

A la vuelta de la esquina I

Capítulo 1

Para mi Susana lo es todo. Y eso que nunca habría jurado cuando nos conocimos que llegase a significar tanto para mí. Ella es como la hermana que nunca tuve. Yo no tengo muchos amigos, la verdad, pero siento que tenerla a ella es más de lo que pido. Siempre ha estado ahí: en los momentos más felices, y en los más duros también. Hemos tenido nuestros altibajos, a veces hasta lo daba todo por perdido, pero al final nuestra amistad siempre ha salido adelante.

Nos conocimos en el instituto. Al principio no teníamos mucho trato, pero poco a poco nos fuimos conociendo y ganando confianza. Eso sí, ha tenido que pasar años hasta que hemos llegado a este vínculo que mantenemos ahora. Hoy en día no me imagino cómo sería la vida sin ella. Pero, por desgracia, hay veces que la vida te pone a prueba. Hay cosas que pueden romper con una unión tan estrecha… ¿o tal vez no?

¿En cuanto a mi? Mi nombre es Francisco, aunque mis amigos me suelen llamar Fran. Soy alto, moreno, complexión media, y quienes me conocen dicen de mí que soy simpático y cariñoso. No suelo enfadarme, pero cuando lo hago doy un poco de miedo. Hay veces que uno no puede reprimir su ira. Me considero una buena persona… ¡en comparación con lo que se encuentra ahí fuera! Pero no me gusta mucho hablar bien de mí mismo.

Mi afición principal es el baloncesto. Aunque no soy de los mejores, no se me da mal, y me gustaría jugar algún día en un equipo importante. No hay fin de semana que se libre de jugar un buen partido de basket con los colegas. Mi relación con mis compañeros de equipo no es mala, en general, aunque hay alguno que otro con el que no me llevo muy allá.

Y el viernes por la noche, por supuesto, salir de marcha, o de cañas, aunque no suelo beber mucho. Sólo me pasé con el alcohol una vez, que quería probar mi límite, y acabé vomitando. Me tuvieron que llevar a mi casa. Me encontraba fatal: es una sensación que no querría volver a experimentar.

Ahora estoy estudiando segundo de Bachillerato, rama de ciencias. Las matemáticas y la física se me dan bien, pero no tanto la historia o la filosofía. No obstante, he de prepararme bien para la universidad. ¡La gente dice tantas cosas de la Selectividad! Pero yo espero poder aprobar, y acceder a la universidad. Aún no sé muy bien qué escoger, pero me imagino que acabaré en filología, al igual que Susana, ¡hace tanto tiempo que no coincidimos en clase! Además, no es algo que me disguste, siempre me ha gustado el latín y el griego.

Mi amiga Susana es cauta, inteligente y cariñosa. Es de estatura media, morena, y guapa, por qué no decirlo. Tiene dos mejores amigas: Lucía y Lucrecia. Con Lucía no tengo mucho trato, la verdad es que no la considero tan buena persona como Susi, aunque conmigo no siempre se ha portado mal. Con Lucrecia, en cambio, tengo mejor relación, y a veces nos contamos los problemas y todo. Ella es bajita, de pelo castaño, y muy honrada.

lunes, 26 de julio de 2010

A la vuelta de la esquina

¡Buenas! os presento la siguiente novela (en realidad, cuento largo) que voy a publicar en este blog, junto con la otra:

Título: A la vuelta de la esquina
Año: 2010
Género: Narrativa
Temática: Romántica
Sinopsis:

Francisco es un chico normal que encuentra el amor, pero que al final se encuentra con obstáculos para el mismo.

Esta novela será publicada todos los martes, hasta su finalización.

viernes, 23 de julio de 2010

La saga de los caballeros atormentados II

Reporte 2

Ya han pasado seis meses desde que esta cruenta batalla empezó, y ahora quedamos noventa de los cien guerreros iniciales. Todo parece augurar que esta guerra será larga, y, sobre todo, dolorosa. No obstante, pronto quedaremos sólo ochenta y nueve, debido que he percibido la presencia de algún otro guerrero en las proximidades, y calculo que al cabo de una hora nos encontraremos.

Mientras tanto, he decidido ir a dar un paseo al bosque. En efecto, hay un bosque cerca de aquí, pero de verde tiene poco. No hay apenas vegetación, y en sus lagos y ríos apenas transcurre vida, pero me sentiré afortunado si consigo encontrar aunque sea un pez pequeño. Este lugar queda a unos dos kilómetros de aquí, así que calculo que en diez minutos habré llegado. Así de paso me entreno y afino un poco más mis reflejos. Por medio hay un volcán, así que me entrenaré esquivando chorros de lava ardiente. Si algo de lava cae en alguna parte desprotegida de mi cuerpo, sufriré una gran abrasión, a pesar de mi resistencia.

Una vez dentro del bosque, me dedico a esquivar los innumerables troncos quemados que resultan ser vestigios de lo que en su día fue vida. Llego hasta un río, donde me dispongo a nadar para poner a prueba mi agilidad en medios más difíciles, y ya de paso bucear en busca de algún signo de vida. Me costó un poco, pero finalmente di con un pez que trataba por todos los medios de escapar a un trágico destino. Fuera, esperé a que, agonizante, su vida se fuera apagando, hasta que finalmente pude valerme de su cadáver para alimentarme. Lo vacié de entrañas y de espinas, y devoré con ansia la parte útil de su cuerpo. Cruda, tal cual. Era más de lo que podía desear.

Como ya mencioné, me valgo de una espada algo vieja y de una armadura más bien modesta. Pero no importa. Conforme vaya pasando la batalla, encontraré enemigos con protecciones mejores de las que apropiarme. No tengo miedo a que mi rival sea superior a mí. He sido capaz de enfrentarme a inimaginables peligros. Tengo un gran espíritu guerrero que puede ser desatado hasta cuotas inesperadas.
Avanzando en mi camino, encontré una explanada, la cual tomé por un buen campo de batalla, así que decidí esperar allí a mi contrincante, que no tardaría en llegar. Al cabo de unos minutos, le tenía ahí delante: era corpulento, lleno de cicatrices y de oído. Poco de humano quedaba en él. Tenía una armadura mejor que la mía, de acero por lo menos, y portaba unos nunchakus como arma.

Sin mediar media palabra, esbozó una leve sonrisa malévola, y se abalanzó sobre mi. Me puse en guardia y blandí mi espada.


Una sangrienta pelea comienza
La victoria es lo único que importa
Los dos guerreros combaten con potencia
La contienda pretende ser corta

Savior blande su espada
Ongor se vale de su tamaño
Y teniendo en cuenta su violencia abusada
Se asemeja a los guerreros de antaño

¡Oh! Increíble cuerpo a cuerpo
Las heridas se hacen cada vez más intensas
La sangre baña el suelo
Cada uno con sus ofensas

Ambos aguardan
Al primero que baje la guardia
Las dimensiones del gigante acobardan
La agilidad del joven produce taquicardia

En un intento desesperado por
conseguir la victoria, Ongor alza
su arma, y destroza el hombro de
su adversario, éste en señal de
venganza blande su espada y desgarra su
abultado cuello

De la sangre que emana de su cabeza
Savior baña su espada
Pues la sangre de los caídos en batalla
Refuerza las armas victoriosas

¡Emocionante batalla la que se ha librado hoy en esta explanada! Lamentablemente, su armadura es muy grande como para ponérmela, pero por suerte tenía suficiente sangre como para dar más vitalidad a mi espada, que ahora parece reluciente, y lista para enfrentarse a cualquier reto. El cuerpo de mi rival, yaciente ahora en el suelo en medio de un charco de sangre, será pasto de aves carroñeras. Su cabeza, en cambio, la guardaré como trofeo.
No obstante, pronto abandonaré mi casa, para lanzarme a la aventura e ir en busca de otros guerreros. Sería apetecible quedarse aquí hasta que sólo quedásemos dos, pero no sería, por supuesto, nada interesante. Calculo que en mi país habrá cinco guerreros más. En cuanto los liquide a todos, iré a otros países, en busca de más aventuras.

Mi alma está sucia, atormentada, como la de todos nosotros. Poco de pureza queda en mí. Tengo un montón de muertos a mis espaldas. Pero lo que a mí me diferencia es que no soy capaz de aceptarlo. Sólo busco el fin de todo esto, aunque ello suponga mi muerte. Los demás, en cambio, lo que exigen es violencia y calmar su odio.
Nos acaba de llegar el reporte de otra batalla entre el temido y un guerrero de baja categoría. Estaba provisto de una armadura oxidada y un arma de fuego, tal vez aceptable, pero totalmente ineficaz ante la poderosísima armadura de Kasza, hecha de mitrilo forjado en minas de fuego, y ante su extrema agilidad. No le costó mucho atravesar con una de las guadañas que tiene por mano el pecho de su rival. Kasza se caracteriza por su extrema saña con el rival. A este pobre diablo lo descuartizó hasta dejarlo literalmente hecho polvo. No podía reconocerse ninguno de sus huesos, ni sus vísceras, ni su carne. No a menos, sus armas son las más poderosas de nosotros cien.

El círculo se va estrechando. No obstante, no veo el día en que esto por fin acabe. Sinceramente, no tengo muchas ganas de salir victorioso. Casi prefiero perecer en el intento, a ser el único superviviente de un planeta que aborrezco, corrompido por el vicio y por la irresponsabilidad de unas gentes irracionales a más no poder.
Cansado de la batalla que hoy se ha librado, me retiro a mi escondrijo a descansar un rato. No obstante, nunca hay que bajar la guardia, y dormir con los dos ojos cerrados: el peligro siempre acecha, y en esta batalla no hay piedad.
Por desgracia, en cada batalla que libro se incrementa un poco más mi odio. No querría tener que pagarlo con alguien inocente. Pero tampoco me voy a mostrar impasible, ya que hoy en día hasta los más débiles muestran su peor lado, y desatan su instinto de supervivencia. No en vano, vivimos unos tiempos en los que hay que buscarse la vida como hacían los antiguos hombres de las cavernas. Aquí no te dan nada hecho.

Acabo de despertar de mi descanso, y me dispongo a entrenarme. Tampoco es que me interese mucho ganar esta batalla. Más bien es para hacer algo con lo que matar el tiempo. Primero, quiero mejorar mi fuerza. Para ello, lo que suelo hacer es partir piedras y cosas por el estilo. Con mis patadas me gustaría abrir paredes, y no estoy lejos de conseguirlo. Resulta duro, no hay que olvidar que tenemos el cuerpo de un humano, y al querer enfrentarse a objetos duros se producen todo tipo de heridas y dolores. Pero no nos queda otra. Uno se crece ante las adversidades. El rival no está dispuesto a hacerte menos daño que una piedra.
Otra opción es ir al volcán más próximo y destruir piedras magmáticas. El calor hace bastante daño, pero es importante acostumbrarse al dolor. Para la agilidad, lo que suelo hacer es ir a una zona llena de obstáculos, por ejemplo a un antiguo bosque repleto de troncos calcinados y piedras, y cruzarlo a gran velocidad. Eso mejorará mis reflejos. No obstante, una colisión a tal velocidad puede ser extrema. Sin embargo, es necesario para mi entrenamiento. No a menos, se dice que Kasza puede atacar a la velocidad del sonido.

En efecto, esas guadañas tienen el prestigio de no haber fallado nunca su objetivo. Y su dueño, de no haber perdido nunca una batalla. Y de muchos es el sueño de derrotarle algún día, pero todos han perecido en el intento.

Estuve toda la tarde ejercitándome, hasta que cayó el Sol. Me siento lleno de energía, a pesar del cansancio. La energía también es importante para el combate, sobre todo para los más prolongados. Y también las fuerzas mentales. Hay que estar en forma para el combate, en todos los sentidos.

¡Oh, del poderoso Savior!
Que en su incesante batalla
Se entrena cual luchador
Y salva los problemas donde los halla

Pretende sobrevivir
Para cobrar venganza
Y no consiente vivir
A todo aquel de la alianza
Que se oponga a su destino

Día de compras

¡Buenas, mis chiquitines! He de admitir que soy un comprador compulsivo. En el día de hoy me he gastado nada menos que ¡140 euros! Os contaré cómo ha ocurrido:
En teoría, hoy sólo iba a comer por ahí con mi amigo Jose. La comino fue muy cara: 8 euros, en mi caso. Después nos fuimos a la fnac, a ojear un poco, y me llevé por la tentación de comprar un libro de introducción al aprendizaje de la lengua japonesa. Bueno, ahí ya creía que me volvería a casa, y se acabarían mis gastos en el día de hoy. Pero no, mi amigo sugirió ir a Madrid, a una calle de libreros que hay cerca de la Gran Vía. Me llevé un libro de problemas de física por 25, y otro de filosofía física por 6, baratos la verdad. Por desgracia, la zona estaba literalmente repletita de tiendas de comics, y no pude resistir la tentación de llevarme dos figuras de Saint Seiya en sendas tiendas. Una por el precio de 45, y la otra, de 48. Nada mal, teniendo en cuenta que proceden de Japón, y que hoy en día no es fácil encontrarlas en cualquier sitio aquí en España. Para rematar la faena, nos tomamos unos flas, por 30 céntimos cada uno. ¡Ah! y el billete de cvercanías también. Volví a casa a eso de las 9, pero eso sí, con buen sabor de boca, aunque con la tarjeta desbalijada, jeje.

viernes, 16 de julio de 2010

La saga de los caballeros atormentados I

Reporte 1

¡Oh! De los luchadores el más aguerrido
Y a la vez el más respetado
Por todos es temido
Y por las fuerzas del mal venerado

Como el gran Kasza es conocido por unos
Y por el rey Guadaña por otros
Tiene largos cuchillos por manos
Con los que degolla largos osos

Con sus garras desgarra el aire
Sus colmillos pulverizan los huesos
Y muros abre con sus patadas
No hay dios que no hable de sus hazañas
Ni de las cabezas que ha arrancado
Con el poder de sus guadañas

Estamos en un mundo desconcertante; guerras, epidemias y demás calamidades han asolado nuestro planeta, ahora convertido en un infierno en vida. El brusco cambio en el clima ha acabado con gran parte de la población, y los pocos que quedamos en pie merecemos ser llamados supervivientes. Por si eso no fuera poco, nos vemos envueltos en una guerra, sangrienta como la que más. Cien de nosotros hemos sido llamados para participar en ella. No tenemos otra opción que luchar entre nosotros en una vorágine de sangre y sufrimiento de la que sólo puede salir uno con vida, el cual será proclamado vencedor.

A mi personalmente no me gusta batallear, pero tras todo lo que he vivido… he presenciado escenas atroces: cómo un hombre mata a su vecino por una barra de pan… pueblos enteros convertidos en caníbales, esperando así recibir bocado… cómo grupos de personas han puesto bombas en las sedes políticas, itentando vagamente tomarse la justicia por su lado… madres llorando en dolor viendo como sus criaturas simplemente… se van. Por eso me he curtido en la lucha. Soy capaz de sesgarle la vida a todo aquel que ponga mi vida y mi libertad en tela de juicio. No obstante, mi corazón sigue albergando algo de sentimiento, y de buen grado ayudaré a todo aquél que clame ayuda.

Hay ocasiones en las que me pregunto por qué sigo en esta lucha. Tal vez sea mi sed de venganza. No puedo olvidar cómo unas guadañas partieron en dos el cuerpo de mis padres, y por desgracia no hicieron lo mismo con el mio, dejándome vivir ante un paisaje de frecuentes lluvias de fuego y sangre… de odio y vergüenza… de ganas de que por fin acabe todo esto.

¡Ah, del pobre Savior!
Que vagando por el mundo busca
Incesantemente venganza
Por la muerte de su familia
Por ello prosigue en su andanza
En su imparable vigilia

¿Quiénes somos nosotros? No interesa. Lo importante es por qué estamos en esta lucha tan encarnizada. Seguramente sea porque, al igual que yo, todos hemos sido preparados desde la más tierna infancia para la lucha. Una lucha sin igual, en la que lo único que importa es la victoria a toda costa.

Uno podrá preguntarse cómo es posible que, en un mundo tan grande como el nuestro, de entre cien personas puedan encontrarse siquiera dos de ellas. Pues bien, estamos todos nosotros dotados de un sexto sentido, que nos permite localizar otros de los nuestros, si bien es cierto que pueden pasar semanas, incluso meses, hasta que se libre una sóla batalla. Estas batallas son muy duras: si dos guerreros se encuentran, son capaces de aniquilarse mutuamente sin lidiar ni media palabra. Como hoy en día el alimento escasea, el vencedor suele alimentarse de la sangre y las entrañas del vencido, así como apoderarse de su armadura y su arma, si así lo deseara.

La batalla empezó hace poco más de un mes, y ya he tenido la ocasión de encontrarme con un guerrero que vivía en mi propio país. No hay noche en la que no piense en esa escena: cómo ardió dentro de mi toda mi ira, y valiéndome de ella blandí mi espada y con ella le atravesé el cráneo. Eso sí, antes de ello, de una patada y, antes de que se diese cuenta, le quité el casco, ya que a mi me servía de mucho, y no quería estropearlo.
Ni siquiera quise saber cómo se llamaba. Le avisé de que se alejara si no quería morir, pero no quiso darse por vencido.

Si hay algo que nos caracteriza no es nuestra inmensa fuerza, ni la dureza de nuestro cuerpo, que viene siendo como la del más robusto de los humanos; sino nuestra velocidad: Kasza tiene la fama de partir en mil pedazos el cuerpo de su adversario antes incluso de que este consiga verle la máscara que oculta su horrenda cara. No me gusta presumir, pero soy capaz de despedazar al animal que vaya a comerme, y de apartarme lo suficientemente deprisa como para que mi preciada vestimenta no se sea salpicada por la sangre.

Hace unos días me enteré de que cayó uno de mis amigos de la infancia. Su rival, armado con dos mazas en sendos brazos, le estranguló, y cuando su cuerpo se puso azul del todo, se ensañó con su cuerpo, deformándolo todo cuanto pudo. ¿Apenado? No. El pasado es historia. Ahora lo único que me interesa es que todo esto acabe. Rezo todos los días a los dioses por encontrarme con esas guadañas de la muerte, destrozarlas, y hacerme un buen festín con su dueño.

Despues de eso, si alguien más queda con vida, le pediré amablemente que me mate con todas sus ganas. No estoy por la labor de seguir viendo cómo mi adorado planeta se va a la mierda. Cómo por las calles, llenas de rocas volcánicas, sigue corriendo la sangre de los inocentes.

Este planeta ya no es lo que era. Por las tardes, un sol sofocante abrasa la carne de todo aquel que osa salir de su escondrijo; por las noches, un frío inimaginable congela a todo aquél que se pierde en el bosque, ahora desierto de todo tipo de vegetación. Los desiertos y las zonas volcánicas ocupan ahora más de un 80 % de la zona continental. Los pocos que quedamos con vida, luchamos incesantemente con encontrar algún líquido con el que lubricar nuestros secos labios. Los ríos se han secado, y nos hemos acostumbrado poco a poco a beber agua del mar. Es por esto que nos hemos ido asentando en las zonas costeras.

Yo he de reconocer que el sitio donde me aguardo no es nada molesto; mientras unos se refugian en chazoas de madera, o en cuevas, o en escondrijos hubicados a varios metros bajo el suelo, esto es lo único que se puede llegar a llamar “casa”. ¡Tengo incluso una habitación donde puedo entrenar a mis anchas! Pero, como podrán comprender, no puedo disponer de muchos lujos. No queda una solo central energética en pie. Prácticamente, vivimos como el hombre de las cavernas. Tampoco tenemos acceso a la información: la sociedad tan podrida como estuvo años atrás ha cegado a las gentes, que incluso quemó las bibliotecas e iglesias que encontraba a su paso.

Me pregunto si quedará algún superviviente que sepa hacer pan. De ser así, sería todo un afortunado: los campos de trigo son una de las pocas plantaciones que no han sido arrasadas por el clima y por vándalos diversos. ¡Quién sabe cuánto durará! Cada cierto tiempo cae del cielo una lluvia de meteoritos que arrasa ciudades enteras.
Por supuesto, nosotros salimos ilesos, que prácticamente se puede decir que sólo podemos aniquilarnos entre nosotros. Pero alguien que no sea un guerrero sucumbe fácilmente ante tantas intempestades.

Una de las pocas vías de información son los informes de batalla que nos envían a todos nosotros por medio del sexto sentido. La última la recibí esta mañana: dos guerreros armados con potentísimas armas de fuego de última generación se enzarzaron en Estados Unidos en un combate que acabó con los dos muertos, agonizantes sintiendo en sus carnes cómo el metal de sus armaduras se derretía tras los continuos balazos que recibieron las mismas.

Yo persoalmente detesto las armas de fuego. Soy dado al cuerpo a cuerpo, y no puedo permitirme el lujo de derrotar a alguien a distancia, sin sentir la emoción de poner tu propio cuerpo en peligro. Por eso uso siempre mi espada. Por eso, y porque es un preciado regalo cargado de recueros y sentimientos.

Savior el valeroso
Acompañado siempre por su espada
Siempre de las batallas sale airoso
Y vuelve a su vida alocada

Muchos, según dicen, del odio es nacido
Siendo la venganza su anhelo
Por las circunstancias se ve abatido
Aunque la voluntad es su consuelo

A derrotar a su rival aspira
Y así dar por concluida su misión
Por ello está dispuesto a desatar su ira
Y así luchar con tesón

Cien son los que luchan
Por llegar a ser aquél
Y vencer los males que hacechan
En esta batalla cruel

Algunos armados de cuchillos
Otros de mazas y martillos
Y algunos con metralla
Pretenden ganar la batalla

Pero sólo será uno
El que finalmente salga victorioso
Sin embargo, será inoportuno
Mostrarse ante los demás bondadoso

Autoescuela

¡Buenas! bueno, como podréis ver en el título, me he apuntado a la autoescuela. A mi realmente no me interesa mucho conducir, pero hoy en día parece ser muy importante, y me lo han recomendado, así que aquí me tenéis. Voy a la Chaparral, y de momento me está gustando. Esta semana tengo un curso intensivo en el que se imparte todo el libro, así que espero poder presentarme al examen teórico este mismo mes. La semana que viene espero terminar todos los tests de ordenador. Son 43 y ya llevo 13, aunque creo que se me empieza a hacer cuesta arriba. Enfín, esperemos que haya suerte, y ya a la vuelta de vacaciones me esforzaré con el práctico.

Impresiones del Barcelona Open 2010

¡Buenas! pues este fin de semana he acudido a un campeonato de Cubo de Rubik que se ha celebrado en la localidad barcelonesa de Sant Cugat del Vallés. En estos campeonatos lo que se intenta es resolver el famoso cubo lo antes posible. Pues bien, el viernes tomé el AVE a las siete de la mañana, para estar ahí a las 10, que había quedado con una amiga mía de barcelona. Me lo pasé bien, pero hasta que encontramos el hostal buff... que luego al final era una pensión jaja así que me eché una sistecilla hasta las 3, que llegó mi amigo Pau para llevarnos hasta el campeonato.

El sitio era bonito y espacioso. Había barra con refrescos a 1 €, cosa que agradecí, viendo el calor que hacía. La primera modalidad comenzó a las 4, y bueno, la verdad es que no me fue muy bien, debido a que no practiqué mucho, dando prioridad a mis estudios en la universidad. No obstante, sí me gané una medalla en una de mis modalidades estrella. Por la noche me volví pronto al hostal, acompañando a un competidor que se hospedaba en el mismo sitio que yo, Fabrizio. Cené en un restaurante que estaba cerca, la comida estaba bien, pero tenía picante, cosa que a mi no me gusta nada, y me tuve que pedir un helado para calmar el picor de lengua que me dio la comida. En el hotel me puse a escuchar la radio hasta que me dormí.

Al día siguiente llegué un poco tarde al campeonato, pero por suerte pude competir en todas las categorías que me interesaban. Ese día se me dio un poco mejor. Al mediodía, descanso para comer, por 7 € nos hinchamos a pollo con patatas y sandía, hasta el punto de que ofrecieron toda la comida de que disponían para que no sobrara nada, ¡hasta nos llevamos una sandía! cuando terminó el campeonato, esperamos a que se celebrase la ceremonia de entrega de premios, y después nos despedimos de todo el mundo. Este campeonato me gustó bastante, vi a mucha gente que ya conocía, y conocí a alguno que otro. Por la noche, no fui al hostal, sino que me quedé con unos amigos de mi localidad. Fuimos primero a la casa donde se hospedaban, tomamos algo de pizza y después echamos una partida de póquer, ¡si me descuido me quedó sin ahorros! después nos fuimos en metro hacia la playa, íbamos un poco ebrios y encima no nos dio tiempo a ir de marcha, ya que se nos hizo un poco tarde.

Dormimos un poco, después comimos y nos fuimos a dar una vuelta por Barcelona, y después a ver el partido de la final del mundial, primero a una pantalla gigante colocada en una gran plaza para tal fin, y en la segunda mitad, en un bar, donde pude probar unas patatas bravas más que aceptables. Finalmenta ganó España, y fuimos a celebrarlo como el momento lo merecía. Al cabo de un rato fuimos andando hasta la plaza de la fuente, y seguidamente nos fuimos en metro hasta la casa. Yo me fui a dormir al hostal, para recoger las cosas y tal.

Al día siguiente viajamos hasta Madrid en coche, y llegué a casa a eso de las 4 de la tarde, nada mal. En resumen, me lo pasé bien, y quiero dar las gracias a tanta gente, que seguro que me olvidaría de alguien, así que daros todos por aludidos :D.

miércoles, 7 de julio de 2010

La saga de los caballeros atormentados

¡Buenas! os presento mi nueva novela, que será publicada en este blog capítulo por capítulo:

Título: La saga de los caballeros atormentados
Año: 2010
Género: Narrativa/poesía
Temática: Terror/fatástica
Calificación: +18
Sinopsis: en un mundo destrozado por las guerras, las epidemias, el cambio climático... cien de los supervivientes han sido elegidos para luchar en una encarnizada batalla de la que sólo puede salir victorioso uno de ellos. Son los llamados caballeros atormentados.

Esta novela será publicada a partir de ahora todos los viernes, a menos que se indique lo contrario.
Saludos

martes, 6 de julio de 2010

Una aficción bastante cara

Bueno gente, pues aquí me tenéis, sufriendo por mi situación económica, y sigo sin encontrar trabajo. ¿La culpable de todo? pues una afición, sana según se mire, que me hace gastarme grandes sumas de dinero. ¿Drogas? No, no, tranquilos. Me refiero a Saint Seiya. Es una serie, que fue emitida en España bajo el título de "Los caballeros del Zodíaco".
Pues bien, yo colecciono una serie de figuras lanzadas en Japón con el nombre de Myth Cloth. Son unas figuras de gran realismo, y cuando tienes una ya las quieres tener todas. Se han estado lanzando desde 2003, y hoy día se siguen produciendo. ¿Su precio? La que menos me ha costado, 12€; la que más, 70€. Y ya tengo más de 30, ¡imaginaos el gasto! menos mal que el manga, que por supuesto me lo estoy leyendo entero, fue publicado hace ya unos añitos (1986-1991), y no creo que haga mucho mal bajándome los capítulos de internet ejej.
También suelo hacer viajes por España que me hacen vaciar el bolsillo cada vez u poco más.
En fin, a ver si encuentro algo, y me puedo costear mis caprichillos, jeje, menos mal que he estado unos cuántos años sin comprar ni uno, por qué diantres me habrá dado por recuperar esta aficción, joo.

Nuevo blog

¡Bienvenidos a mi nuevo Blog!
Poco a poco iré colocando información y nuevas entradas, cuyo contenido será tanto libre como novelas que vaya escribiendo.
Os deseo una buena estancia en este blog, que espero, sea recibido a buen grado.
¡Saludos!